Una mujer llamada Yulia cuenta cómo la
pérdida de su padre, los conflictos con su madre, el abandono de su amigos, la
llevaron a desear el suicidio, hasta que Jesús le apareció en sueño y le cambió
la vida.
Rusia.- Una mujer llamada Yulia confesó que intentó
suicidarse tras no soportar más los conflictos con su madre, la muerte
repentina de su padre y la profunda depresión le hizo pensar que ya nadie la
amaba.
Yulia, había sido criada por padres
budistas que vivían en Rusia quienes con regularidad asistían al santuario para
rendirle culto a Buda.
Sin embargo cuando murió su padre
quien era ingeniero, su madre -una bioquímica- no pudo soportar la pérdida de
su esposo y esta cayó en depresión, alcoholismo y terminó maltratando a su
hija.
Día tras día, las peleas y las
discusiones crecían. Cuando Yulia tenía 21 años, su madre alcoholizada la echó
de la casa, ella enojada le dijo: “Vete. No me importas. Y si te mueres ni
siquiera voy a llorar”.
En el punto culminante de su
desesperación, Yulia hizo un balance de su vida: Su madre le había dicho que no
le importaba más, los amigos que ella apreciaba la habían abandonado cuando más
los necesitaba. Ella no había estudiado, y odiaba su trabajo de limpiadora. Así
que decidió quitarse la vida.
“No puedo vivir sin ti”
En una en una pequeña habitación
oscura. Yulia, encontró una cuerda con la cual hizo un nudo grueso, luego colgó
la cuerda de una viga en el techo. Puso una mesa, se subió en ella y cuando
ella se iba a suicidar: Recordó a sus amigos que le habían hecho una visita.
Sus rostros delataban que sabían de su dolor, pero en vez de quedarse a charlar
con ella la abandonaron.
Ella estaba más sola que nunca, su
madre la había echado de la casa. Voces en su cabeza le decían que era inútil,
despreciable y que la vida no valía la pena.
Yulia, se abalanzó sobre la parte
superior de la mesa con pensamientos de condena, dudas y depresión que
inundaban su mente. De pronto, su madre entró en la habitación y cuando la vio
se enfrentó a Yulia y le gritó que se detuviera.
En ese instante ella compartió todo el
dolor desgarrador y la desesperación que sentía. Le dijo que la habían
abandonado: “Incluso mi madre me odia, ¿qué hago?”.
La madre de Yulia se entristeció por
la confesión de su hija, y le dijo: “No puedo vivir sin ti. Vamos a casa y empecemos
de nuevo”, le dijo. Yulia dice que ese día fue uno de los más felices de su
vida.
Después de unos días, un cristiano
local visitó su casa. “Yulia, ¿sabes que hay un Dios”, le preguntó. “Sí”,
respondió ella. “Este dios no es Buda”, agregó. “Es Jesucristo, que te ama y
dio su vida por ti” Estas palabras le partieron el corazón a Yulia porque
pensaba que nadie la quería.
Una semana después, Yulia tuvo “un
sueño increíble”, donde Jesús se le apareció. Ella le preguntó: “¿Por qué murió
mi padre de repente?”, “¿Por qué mi madre toma?” y “¿Por qué tengo todos estos
problemas?”.
En el sueño, Jesús le dijo: “Cree en
mí y ora Yulia, y te salvaré”. Ha pasado un mes desde que aquel cristiano
visitó a Yulia, ahora ella visita una congregación local, donde Dios ha usado
los servicios y la lectura de la Biblia para tocar profundamente su corazón.
Yulia, ha confesado sus pecados y se
ha arrepentido. Ahora ella vive una nueva vida en Jesús. Ella admite que
todavía tiene algunos problemas pero ahora no está sola porque tiene un Señor y
Salvador a su lado para enfrentarlos.
Fuente: Christian Post