Afganistán. Obama, satisfecho por la “cooperación sin precedentes” contra Al Qaeda
El presidente estadunidense, junto a sus pares afgano y paquistaní, prometió “todos los esfuerzos” para evitar más bajas civiles.
Washington/Kabul/Londres.- (SECOSICE) “Entre 25 y 30 eran talibanes y el resto civiles, incluidos niños, mujeres y ancianos”, dijo un vocero policial. Foto: Reuters Más de cien civiles murieron por ataques aéreos estadunidenses en la provincia de Farah, en el suroeste de Afganistán, informaron ayer varios diputados de la región. “Según los informes que hemos recibido hoy en el Parlamento de ciudadanos y funcionarios provinciales, murieron más de cien vecinos, entre ellos mujeres y niños”, debido a los ataques, dijo el parlamentario Mohamad Musa Nasrat. Esta cifra podría aumentar, pues es posible encontrar todavía cadáveres bajo los escombros causados por los bombardeos, añadió el diputado Obaidullah Hilali.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) confirmó la muerte de civiles. Entre las víctimas se encuentra un cooperante de la Medialuna Roja y 13 familiares, señaló en Kabul la portavoz del CICR, Jessica Barry. El presidente Hamid Karzai declaró “injustificable e inaceptable” la existencia de víctimas civiles y anunció que abordaría el tema con el presidente de EU, Barack Obama, con quien se reunió anoche en Washington. La secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, pidió ayer disculpas por la muerte de los civiles”, tras reunirse en Washington con Karzai y el presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari. “Lamentamos profundamente, profundamente, esa pérdida” de vidas humanas, dijo Clinton, quien además prometió una “investigación conjunta” con las autoridades locales del ataque aéreo.
Naciones Unidas estima que el año pasado murieron más de 2,100 civiles en Afganistán, un 40 por ciento más que el año anterior. La ONU atribuye un 55 por ciento de esas bajas a la violencia insurgente y otro 39 por ciento a las fuerzas aliadas. Once personas perdieron ayer la vida en Afganistán en diversos ataques, entre ellas un gobernador del distrito de Dehna Ghori y siete policías en Andar, en la sureña provincia de Ghazni.
Entre tanto, la Comisión Europa aprobó ayer en Bruselas una nueva partida de ayuda humanitaria por 46.6 millones de dólares para ayudar al país asiático a hacer frente al dramático incremento de la violencia y una prolongada sequía.
Más tarde, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró tras su reunión con los mandatarios afgano, Hamid Karzai, y paquistaní, Asif Alí Zardari, que su país “realizará todos los esfuerzos” junto con Afganistán y los “aliados internacionales” para “evitar la muerte de civiles” en el marco de la lucha contra el “enemigo común” extremista. Obama se manifestó satisfecho por la “cooperación sin precedentes” de Afganistán y Pakistán y aseguró un compromiso “duradero” con esas naciones en la lucha contra la “amenaza común” que suponen Al Qaeda y los “extremistas” en la región. “La seguridad de Pakistán, Afganistán y EU están ligadas”, sostuvo Obama.
Según el mandatario estadunidense, los tres países están “unidos” en un “objetivo común” en la región: “Desbaratar, desmantelar y derrotar” a Al Qaeda y a sus “aliados extremistas” en Afganistán y Pakistán, así como “impedir” que puedan actuar en ninguno de esos países en el futuro. “EU ha hecho un compromiso duradero para derrotar a Al Qaeda, pero también para apoyar a los gobiernos democráticamente elegidos en Pakistán y Afganistán”, afirmó, flanqueado por sus pares regionales.
De otra parte, las operaciones militares contra la milicia talibán en el norte de Pakistán dejaron ayer más de cien muertos, entre ellos unos 30 civiles, mientras que miles de personas continúan abandonando la zona ante los cruentos combates. Las fuerzas de seguridad paquistaníes informaron que al menos 77 militantes fueron abatidos en el distrito de Buner, en el valle de Swat, en el marco de las operaciones para liberar la zona, que controla desde hace meses el talibán paquistaní.
Londres buscó reclutar espías en Guantánamo
El espionaje británico trató de reclutar en secreto a varios reclusos en el campamento de Guantánamo y otros centros de detención utilizados en la guerra antiterrorista por EU, informó ayer The Independent. El M15, espionaje interior, prometía a quienes aceptasen la oferta de trabajar para ese servicio que los protegería de sus guardianes estadunidenses y garantizaría su regreso a Gran Bretaña, según una denuncia presentada por daños y perjuicios por los propios reclusos en el Alto Tribunal de Londres. A uno de los hombres a los que se intentó captar como espía, Richard Belmar, se le dijo que se le pagarían bien sus servicios si aceptaba trabajar como agente secreto para el MI5. A otro, Bisher Al Rawi, se le prometió que sería puesto en libertad “en cuestión de meses” si aceptaba la oferta. Otros tres fueron amenazados con reclusión, según el diario británico.