Al presentar la propuesta, Gómez señaló que en un Estado laico se debe suprimir la prohibición de la libre expresión a los sacerdotes para que las divergencias sobre el aborto y los matrimonios gay sean discutidas democráticamente, con debates abiertos sin exclusiones.
Sostuvo que el alto clero político ha violado dicho precepto constitucional al cuestionar los derechos de las mujeres a la interrupción voluntaria y libre de su embarazo antes de las 12 semanas y los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Sin embargo para el Estado laico existe un terreno en el que las diferencias se pueden resolver: el de la democracia, y es aquí en donde la prohibición de la libre expresión a los ministros de culto no ayuda en nada, agregó.
Gómez Alvarez señaló que el inciso "e" del Artículo 130 de la Constitución "es ya un gesto grotesco que no ayuda a plantear el verdadero problema: la no aceptación por parte del alto clero católico del criterio democrático".
Dicho inciso señala textualmente que "los ministros de culto no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna.
"Tampoco podrán en reunión pública, en actos de culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios", precisó.
También les prohíbe formar "agrupaciones políticas cuyo título tenga alguna palabra o indicación cualquiera que la relacione con alguna confesión religiosa".
La iniciativa del Gómez fue firmada por varios senadores del Partido Acción Nacional (PAN), como Santiago Creel, Felipe González, César Leal y Teresa Ortuño, y fue turnada a comisiones para su dictaminación.