lunes, 29 de junio de 2009

Las iglesias evangélicas de Honduras suspendieron sus servicios religiosos a fin que las familias se quedaran en sus casas.

Tegucigalpa, Honduras.- (SECOSICE) Las calles de la capital hondureña, Tegucigalpa, mostraron tranquilidad el domingo, luego que el presidente hondureño Manuel Zelaya fuera arrestado y enviado a Costa Rica por militares, que aducen cumplir una orden judicial.

Los servicios básicos (electricidad, agua y telefonía fija) fueron restablecidos, luego de estar suspendidos unas tres horas, mientras las fuerzas militares tomaban el control total del país.

Los militares desplegaron soldados y tanquetas en las calles de la capital y sus aviones y helicópteros surcaban el espacio.

Excepto un par de centenares de manifestantes que se aproximaron a la Casa Presidencial, no hay reportes de movimientos de personas en el país.

Llamadas realizadas al interior del país por parte de la agencia dpa indican que hay tranquilidad y no hay movimientos que se opongan a los militares.

Las iglesias evangélicas suspendieron sus oficios religiosos a fin que las familias se quedaran en sus casas.

Los supermercados, gasolineras y aeropuertos funcionan con normalidad, así como el sistema de transporte público.

La encuesta de opinión para convocar a una asamblea constituyente que había llamado el defenestrado presidente Zelaya no se realizó, ya que la orden judicial a los militares fue requisar su material e impedir la misma.

Solamente se conoció que en algunas comunidades del oriental departamento (provincia) de Olancho, de donde es oriundo Zelaya, se presentaron a votar algunos ciudadanos, ya que desconocían que el presidente Zelaya había sido arrestado.